lunes, 22 de junio de 2009

POEMAS

Ya ha pasado mucho tiempo desde el ultimátum.
Mucho tiempo...
Hoy, se corre el rumor entre las salas, de mala noche y madrugadas.
El velo de oro se esconde bajo sábanas nuevas y sobre su aroma fino se siente el miedo.
¡Rizos de oro, te reto! Mírate al espejo.
Tu piedra me habla mientras duermo. Trae el caudal de la montaña para esconderse entre los barrios .
No me conformo con sentir tu sudor entre el público porque sé que nunca llegaste.
Aquí en este espectáculo cantaron los malcriados.
El cuchillo es reflejo en la baldosa.
Ya llegaron los que saben a hiel.
En efecto, el curtidor del tiempo.
El cuchillo impaciente.
Bailemos el fox del lumpen, extranatural.
Cuchillo, el fan íntimo.
Eres primo del yeso y la explosión, vecino del crónico calvo.
Navaja ten Cuidado, ten mucho cuidado…
El cuchillo no corta.


El rey de la vereda nos espera.
En una almohada de terciopelo blanco.
Trae las argollas para la boda.
Cuando sientas su presencia estírale la mano.
Hombre de mil cerraduras.
Suerte de lotería y asesinato.
Impacto tras los basureros.
El ruido ha despertado al barrio.





Cuatro por cuatro es el mismo techo, rompe el cascarón.
En mi sitio el ángel por fin está en el frente y mira tu escena con el socio del dilema.
El señor equis se apodera del traje de gala, asume las riendas y a escondidas chupa la fruta.
¡No te duermas en los grises, increíble traductor!
Ahora los dos seres practican sin ser descubiertos, una y otra vez esperan el fin de semana.
Mañana es lunes.
El camerino suena despiadado pero sabemos que estas listo.



Voy a dejar partes de mí por toda la ciudad.
Puntos que forman salidas.
Juntos hacen caminos de luz negra.
Guiados por el sonido, respiran.
Antorchas para el caminante.
Hidratan sus ojos sedientos, curan sus heridas fosforescentes.
A corta distancia, casi en el mismo dominio, habita casi imperceptible el escalofrío. Tiene insignias en el pecho de oro color sangre, forjadas con alaridos de mil hombres que nunca volvieron.
No pises el centímetro, pisa el silencio, que no se escape, o su brazo estará cerca, brusco sobre el cuello, cortando tu respiración.
Clava tus espadas.
Destruye el sólido compacto.
Demuestra lo blando.
Hunde tu mano en el prisma, acaricia a la mantarraya con cola de foco. Volará junto a ti por la cuesta empedrada.
Será tu poste intermitente, en un mundo sin día y sin noche.





La música entra esta vez mas lento en este infierno.
La carta se sirve por debajo de la mesa, afuera él espera muerto.
Mejor empieza a rezar desde tu asiento.
Los secretos ahora merecen respeto.
Ojos de vidrio está impactado, investiga su casa desde lo alto.
Ojo de vidrio y pelo tinturado de blanco, ella adora tus actos vandálicos.
Corre, ya sabes de lo que te hablo.



Caminante, volviste al punto de partida.
Ella se marcha y tú no confías en el ser enjuto, dirige orgías en el cuarto piso.
Tú sabes, has visto sus plantas por casualidad.
Caminando abajo en el bar de los vampiros pronuncias su nombre pero se confunde entre los bultos.
Tal vez el mensaje se coló entre los cuerpos y aspiró el frío.
Tal vez escapó a sus sábanas, pero eso es impredecible.
Caminante nocturno, escoge la pared de mejor superficie, negocia el precio de tus marcas.
Siempre pudiste regresar sano y salvo.
Recuéstate, levanta tus manos y maneja tu poder.
Tu poder de amor brutal, no dejará la ciudad limpia.
Te lo aseguro...


Saliste con ella bajo los puentes a gran velocidad.
Afuera de la fiesta los confites son testigos.
Esta pareja promete como promete la lluvia.
Caminaste por las noches eternas apoyado en las montañas.
Sus heridas desplazan vehículos.
En el centro de este gran templo, tu templo.
Te arrodillas, abres la gran boca en dirección a la luna y disparas.
En el centro de la autopista puedes sentir y meditar.
Pero no puedes llorar.
El río muerto lo sabe y por eso te acompaña.



Hoy madrugaste a soñar despierta.
Hoy trasnochaste a vivir dormida.
El, no necesita invitación pero detesta ser mal recibido.
Es un profesional, un grito infiltrado en la fiesta.
¡Prepárate!
Los nuevos chicos irrumpen lanzando guantes a las caras.
Reclutan nuevos poetas a sus planes.
Se inspiran en películas cursis y son rápidos improvisando.
Tus invitados tal vez se ofendan…
¡Tomaste el taxi equivocado!
Las placas decían: VOLUMEN ALTO.




El loco de la carretera te espera, no falles a su cita.
Ya formas parte de la gente y gozas de privilegios.
Tapacubos que brillan, brillan como plata barata.
Energético y sanguinario es él, él, él loco de las vías.
Creo que los faros promueven una mancha en tu currículum.
Con alas en los pies huye de los perros.
Al final del camino, 24 horas.
Mordió tus labios salpicando el parabrisas.



























1 comentario:

  1. Hola, me gustó mucho el que comienza con "Caminante, volviste al punto de partida" y todas las fotos.

    Gracias por seguir mi blog pero ese ya no existe, tengo otro http://chopan-aquienleimporte.blogspot.com/ por si te interesa.

    Saludos.

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